Los rayos de Pascal
- El tiempo recobrado
- 26 sept 2023
- 3 Min. de lectura
Libro: Dios fulmine a la que escriba sobre mí, de Aura García-Junco
¿Alguna vez se han preguntado a dónde irán a parar sus libros, esos que cuidan de toda humedad? ¿Serán donados a una biblioteca pública, para que sus notas sean vistas por estudiantes de secundaria o (en el mejor de los casos) de universidad? ¿A dónde irán sus discos de vinyl? ¿Al tianguis? ¿A quiénes se heredarán?
Todas estas preguntas revolotean una vez que comienzas a leer Dios fulmine a la que escriba sobre mí (Sexto Piso, 2023), el libro más reciente de Aura García-Junco, que es una hibridación entre el ensayo, la reseña literaria, un deshago, una novela de testimonio y también un biografía no autorizada del célebre promotor cultural urder de principios del siglo xxi, Juan Manuel García-Junco, mejor conocido como Pascal H., el señor de los Goliardos.
La prosa de Aura, siempre en busca de lo cotidiano y lo barroco, nos sumerge a dialogar con el fantasma de su padre, fallecido el 2 de julio de 2019; un ectoplasma en forma de libros y olor a cigarro, en forma del libro faltante, del padre ausente o, simplemente, de una lata de atún junto a un billete con la cara gastada de sor Juana Inés de la Cruz.
Dios fulmine a la que escriba sobre mí es también un manual de deconstrucción masculina. ¿Alguna vez los vatos se han preguntado cómo quieren ser recordados por sus hijas? ¿Alguna vez verán que se ven mal andando con morras más jóvenes (citando a Paquita la del Barrio, pareciendo Romeo y su nieta)? En este libro Aura menciona todo lo que no le pudo decir a su padre, Pascal H., todos sus recuerdos en el Zócalo enfundado en terciopelos darketos, o en el aquel mítico local afuera del metro La viga: el Circo Volador; pero también todos los dolores y las ausencias: esos rayos que fulminan la escritura, pero que iluminan los recuerdos.
Lejos de esto, es una lectura en donde vemos a Aura (personaje) leer junto a su padre (a modo de I ching o Ouija) los libros heredados del estante; toma al azar lecturas de Juan Manuel García-Junco, y escarba en sus rayones y notas; pero, sobre todo, lee con sus ojos las mismas líneas que él leyó. «Una biblioteca es una colección y coleccionar es estar siempre en construcción», escribió Isabel Zapata en “Mi madre vive aquí”, ensayo incluido en Alberca vacía (Agonáutica, 2019), y esta frase nos recuerda que las bibliotecas heredadas siempre son un portal de conversación con los mapás que ya no están.
Además, en esta hibridación de géneros, reseña novelas de Yourcenar, Rosa Montero o incluso uno de los libros más míticos de Vila-Matas, ese que parodia lo que hizo años después con la Orden del Finnegans.
Aura García-Junco nos invita a repasar su dolor, pero también a revisitar las viejas heridas personales para intentar zurcirlas; si bien este libro hace que te preguntes sobre lo material, termina con hacerte preguntas sobre lo que no se siente, como los lomos desnudos de los libros de una empolvada biblioteca: ¿cuál es el alma que le legarás a tus hijas?
Algunas de nuestras frases favoritas de Dios fulmine a la que escriba sobre mí:
Siempre odié el olor a tabaco tanto como el vicio mismo, pero ahora no quiero llegar al día en que todos sus objetos pierdan esa fragancia. Por suerte el papel no se lava.
Me doy cuenta de que divago para no leer y no leo por miedo a no entender.
Quizá nuestra colección de libros no se vuelve un conjunto con nombre hasta que es vista por ojos ajenos.
Lo malo del vacío es que también abre espacio para las preguntas pendientes.
Hay quien nunca deja de excusarse en las heridas de infancia, y aunque el trauma infantil es prevalente a lo largo de la vida, parte de crecer implica hacerse responsable de las propias fisuras.
De Aura García-Junco también te recomendamos:
Anticitera, artefacto dentado (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2018, primera edición).
El día que aprendí que no sé amar (Seix Barral, 2021).
Comments