¡Pásele, pásele!
- El tiempo recobrado
- 17 abr 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 5 may 2022
Historia recién horneada... o no tanto
El mundo de la industria editorial llegó a México en 1539 (uf, sí, hace taaanto tiempo) gracias a que Fray Juan Zumárraga, quien fue el primer obispo y arzobispo en nuestro país. Lo que hizo Fray Juan fue pedir permiso al rey español para establecer la primera imprenta en México, pero no sólo eso, sino que también fue la primera de América. La imprenta fue traída de Europa y se estableció en una casa en el centro de la Ciudad de México, en la esquina de las calles Moneda y Licenciado Primo Verdad, la cual ahora pertenece a la Universidad Autónoma Metropolitana.
A partir de ahí, el mundo editorial comenzó a evolucionar y llegó a ser lo que ahora es. En 1962 Joaquín Diez-Canedo fundó la primera casa editorial con recursos privados y por un largo tiempo se dedicó a publicar literatura contemporánea (si quieres saber más, entra aquí). Y ahora en México cada vez surgen más empresas dedicadas a la producción de libros, ya sean de gobierno, privadas o independientes. Según el Sistema de Información Cultural, nuestro país cuenta con aproximadamente (no es exacto porque los datos no se han actualizado a la fecha) 409 editoriales (no todas mexicanas).
Oaxaca tiene la mejor comida, pero... chá chá chán!
Tamales, tlayudas, mole, caldo de piedra, chapulines, chocolate... mezcal, podría seguir y seguir y seguro se nos hace agua la boca y corremos a buscar alguno de estos platillos en lugar de seguir leyendo. Y es que sin duda este estado es uno de los que alberga la mejor comida que un mexicano pueda probar (me tomaré la libertad de recomendar Cocina de Oaxaca, un libro que cuenta los secretos del mejor chef oaxaqueño).
Sin embargo, este estado comenzó a cocinar una editorial que el 17 de febrero de 2005 llegó al plato de los comensales. Sí, estoy hablando de la Editorial Almadía. El principal objetivo de la editorial es hacer un enlace entre la publicación de nuevos autores con la reedición de clásicos. Dentro de sus ingredientes principales se encuentran cinco colecciones que nos han mostrado a los mexicanos (pero también al mundo) una lista larga de autores nuevos, súper chingones, pero también nos han reencontrado con algunos otros (me viene a la mente la nueva edición que sacaron de Lodo, esa joya escrita por Fadanelli). Las colecciones son: ensayo, poesía, narrativa, cartografía y periodismo.
Tan chignona es esta editorial que hasta se nos pasa el antojo de la comida oaxaqueña (ni tanto, porque bien nos vendría un buen mezcal o un tamal para acompañar la lectura) que en 2014 ganó el premio al diseño editorial de la FIL Argentina por tener la mejor colección de poesía. Pero eso no es todo... el mismo año la CANIEM premió al libro Rius en pedacitos de Rius con el premio al Arte Editorial.
Sin duda, otra cosa que podemos agradecer a la gente de Almadía, es que han puesto en nuestras manos obras imprescindibles para la literatura, no solo mexicana, sino del mundo. Por ejemplo, publicaron el primer libro de Fernanda Melchor y ¡uf!... ella sí que se ha convertido en pieza clave para la historia de los escritores. ¿Están de acuerdo conmigo? Bueno, este primer libro que publicaron se llama Falsa Liebre (2013), el cual nos introduce a este mundo tan real, tan nuestro, pero que constantemente dejamos de un lado: el mundo de la decadencia, la violencia, el narcotráfico y la descomposición social (temas que serán recurrentes en sus novelas posteriores, las cuales ya no se publicaron bajo el sello de Almadía).
Otro autorazo que ha crecido de la mano de la editorial es Bernardo Esquinca. De él podemos leer, por mencionar algunos, los cuatro de la saga Casasola, los tres libros de cuentos o el último que publicó, el cual es un recorrido narrativo por la vida de Edgar Allan Poe. No se podían quedar atrás con su colección de autores imprescindibles en la literatura mexicana, así que también han publicado libros de Guillermo Fadanelli y Juan Villoro. Libros de BEF, de Bibiana Camacho, Andres Neuman, Alberto Chimal... en fin, no podría terminar la lista.
Por cierto, para quienes no lo saben, la editorial se pone muy guapa y casi acompaña cada publicación con una o varias presentaciones, a las que asiste el autor y dos presentadores (normalmente vemos las mismas caras), además siempre regalan a los asistentes un trago de buen mezcal. Así que los invito a estar al pendiente y asistir a estos eventos.
Un tal Magallanes quesque diseña portadas
Un secretito (ni tanto) que tiene Almadía bajo la manga, es la mágica, divertida e inigualable creatividad del diseñador Alejandro Magallanes (¡todos de pie y aplaudiéndole!).
[Información básica y rápida: Nació en el 71, en esta hermosa Ciudad de México; estudió en la UNAM, y fue nominado al Premio Memorial Astrid Lindgren, el cual otorga cada año el gobierno de Suecia; entre otras cosas].
Dentro de las mil y un cosas que hace este hombre, dedica parte importante de su tiempo a dejar huella en los libros Almadía. Sí, es totalmente cierto que muchas veces nos hemos dejado llevar solo por la portada. Que si los colores, que si el diseño, que si la imagen, la textura... Pues para quien aún no lo sabe, déjenme decirles que si los libros de Almadía de por sí ya son buenos en su interior, la portada les da el toque final.
Todos siguen la misma línea "básica": una camisa en un color llamativo, aparentemente sencilla, en la portada con un suaje que deja ver debajo otro color igual de llamativo y una ilustración que complementa la de la camisa; además, en la solapa de atrás, cada libro cuenta con un separador que podemos arrancar fácilmente (muchos coleccionistas prefieren dejarlo tal cual) para que nos acompañe durante la lectura, este separador trae la frase del libro que más le gustó a Magallanes.
Pero espérense... esto es solo la camisa, prepárense para sentir esa sensación de piel chinita de un niño al abrir el regalo esperado. Una vez que admiramos la camisa e imaginamos lo que esconderá detrás, tenemos permitido retirarla y ... ¡pum! Más color llamativo y más ilustración. Es raro que adivinemos por la camisa exactamente lo que viene detrás. Y eso es lo mejor, pues es una introducción visual de lo que nos espera en las páginas del libro.
Los libros Almadía, los autores que publican, la gente de la editorial (los de la mano de obra) y los lectores que le dan más vida, se han vuelto un clásico, un elemento que sí o sí debemos tener en nuestras bibliotecas y leer y releer.
"¡Lleve sus ricos y deliciosos libros oaxaqueños!"
Gracias por alimentarnos estos 14 años, Almadía
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