Acuoso realismo mágico
- El tiempo recobrado
- 14 nov 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 5 may 2022
Libro: La memoria de las cosas, de Gabriela Jauregui (@surplusera)
Sin duda, la última década del presente siglo ha revivido uno de los géneros literarios más nobles y difíciles de escribir. El cuento ha plagado las páginas de escritoras mexicanas como Guadalupe Nettel, Bibiana Camacho, o el debut de Elvis Liceaga; dentro de esta prolífica generación de escritoras que hacen suyo el cuento, destaca también una autora que es más conocida por la labor que ha hecho por la lucha feminista en México; sin embargo, sus textos de ficción llenan de ingenio cada uno de sus párrafos.
Bajo el título de La memoria de las cosas (Sexto Piso, 2015), la feminista, ensayista, poeta, editora y narradora, Gabriela Jauregui da a la luz una serie de cuentos que recuerdan al realismo mágico más sincero y más natural; un catálogo de recuerdos y esencias que bajo la escritura se vuelven pequeños fragmentos de vida.
Reinventa y crea cuatro nuevos reinos que nos muestran una parte de este catálogo que se desdobla por lo líquido. Desde «Vegetalia» hasta «Artificialia», el agua consume cada uno de los objetos que se desdoblan en pequeños cuentos, que a veces incluso son sólo tres párrafos o una página entera, en donde las imágenes poéticas giran en un espiral que se transforma a cada segundo.
El estilo barroco predomina en La memoria de las cosas, pues los objetos mutan su fisionomía, pero en esencia se enriquecen en esta metamorfosis-metáfora, en donde las sinécdoques y metonimias se mezclan en el mismo río.
Personajes que se salen de la natural realidad, y que bajo la mirada de Gabriela se vuelven mágicos, o quizá regresan a su real naturaleza. Personajes que se mezclan y libran los conflictos bélicoterroristas, o una visión totalmente femenina de la naturaleza precolombina se leen a lo largo de este pequeño, pero sustancioso libro de cuentos.
El erotismo y el descubrimiento de la propia naturaleza, como se muestra en «Poción», o aquellos elementos narrativos en donde el ritmo se vuelve prosa como en «Correa», son tópicos explorados bajo una mirada distinta, en donde la objetividad del verso se vuelve texto.
Los cuentos de La memoria de las cosas están perfectamente logrados, gracias a que el mundo de Gabriela Jauregui se abre ante nosotros para descubrir cada una de sus esencias, sabores, olores y demás sensaciones que pasamos a lo largo de sus 125 páginas, siempre siguiendo el ritmo del agua que se vierte por cada uno de sus cuentos, en donde nos volvemos los elementos poseídos de su lírica y nos convertimos en sus versos.
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